Bloodhound ó Perro de San Huberto

¿De dónde viene el Bloodhound?

Es probablemente el perro descendiente de Seguisius que acompañaba a los celtas y a los galos de los que habla el historiador griego Arriano de Nicomedia en sus "Cinegéticas". Durante la Edad Media en la abadía de Sant-Hubert (actualmente Luxemburgo), se fijó la raza en el siglo IX, como un gran perro de rastreo. Cuando los mojes mandaban cada año sus seis mejores ejemplares al rey de Francia estos eran objeto del cuidado exquisito de los mozos que no tenían otra labor que la de atenderlos.

Continuó con algunos altibajos en su popularidad debido principalmente a su lentitud a la hora de llegar al ciervo. Más tarde, a consecuencia de la Revolución Francesa (1789), cesó su cría. Se cree que llego a Inglaterra con Guillermo el Conquistador, donde se siguió reproduciendo después de 1870 con el nombre de Bloodhoud.

¿Qué aspecto tiene el Bloodhound y cómo se comporta?

Existen dos explicaciones a su nombre: una es que como perro rastreador se dice que es capaz de atrapar a su presa cuando está viva y también cuando a venteado la sangre (blood), cuando la atrapa no la mata sino que la inmoviliza. La otra explicación de la palabra blood en su nombre, es que es de pura sangre y, más aún, un perro propio de la nobleza. Potente y macizo se desplaza con elegancia, Con casi tantas arrugas en la cabeza             como el Bassethound, posee una expresión más solemne.

Posee un olfato excepcional, que le ha hecho famoso y apreciado como rastreador. Es un animal encantador capaz de seguir cualquier pista y una vez coge la presa no la mata. Esta raza es un gran amigo de los niños. Son adiestrables sin problemas aunque se resienten con facilidad, hay que darles órdenes verbales cortas.