Bulldog Fránces

¿De dónde viene el Bulldog Francés?

Como todos los dogos tiene orígenes comunes en el dogo del Tíbet, que después de crear el dogo de Macedonia fue introducido en Inglaterra, por los fenicios. Aunque morfológicamente se trata de una variedad de Bulldog Ingles, no está claro si se originó a partir de este o por cruces con pequeños perros españoles.

En el inicio la raza tenía más talla y peso, pero innumerables cruces con terriers han hecho que se reduzca la talla hasta la actual. El estándar se fijó en 1898.

¿Qué aspecto tiene el Bulldog Francés y cómo se comporta?

Es un animal extremadamente sensible al afecto del propietario, le echa de menos y celebra alegremente su retorno al domicilio. Nada que ver con sus orígenes de perro para la caza de grandes animales y para la guerra. Su pasado guerrero es mucho más antiguo que le de otras razas, por lo que ya no le queda ni un ápice de carácter agresivo, por el contrario se muestra como un fiel compañero de la familia con una capacidad de adaptación sorprendente tanto al campo como a la ciudad. Se muestra extremadamente inteligente y es capaz de participar en todos los juegos y diversiones de la casa. Al igual que otras razas      presenta problemas de parto por su voluminosa cabeza que hace que muchos de estos partos deban terminar en cesáreas. La forma anatómica de sus fosas nasales hace que al igual que el Bulldog ingles sufra de problemas respiratorios si la calidad del aire no es todo lo optima que debería. Tiene propensión a la hipertensión ocular, glaucoma. No debe nunca permanecer en el interior de un coche en épocas calurosas

Es macizo, achaparrado, sobre cortas y torcidas patas, necesita un clima de ternura para sentirse a gusto; en definitiva necesita ser mimado, en caso contrario puede volverse insatisfecho y rebelde.